La Habana, 31 de enero de 2013
Excmo. Sr. Barack Obama
Presidente de los
Estados Unidos de América.
Señor Presidente:
Respetuosamente nos dirigimos
a usted con el fin de buscar solución a la petición hecha por Raúl Castro, de
llevar a cabo conversaciones con su gobierno en igualdad de condiciones.
Pensamos que para esto pueda llevarse a cabo, deberán ustedes tomar ciertas
medidas que permitan equiparar lo que sucede en ambos países en materia de
política, economía y sociedad.
Algunos de los cambios
necesarios efectuar en su país, con el fin de legitimar el sistema al que
ustedes llaman democracia representativa, serían:
- Un solo partido político.
- La hegemonía del Estado
sobre los medios de producción y la tierra, por lo que deben desaparecer las
transnacionales, las compañías con diferentes tipo de capital asociado y todo
lo que sea riqueza personal.
- Supresión de las libertades
personales, con el control de las económicas, para que las ciudadanos solo
puedan ser trabajadores por cuenta propia y no explotar la mano de obra para
enriquecerse.
- Cambio de la forma de llevar
a cabo las elecciones, para que el pueblo norteamericano no tenga que elegir,
solo marcar con una cruz a todos los propuestos, que serán inmediatamente
congresistas y senadores.
- No permitir que haya
oposición, en todo momento se le difamará y llamará mercenaria al servicio de
Rusia, China o Irán, llevándola a las prisiones por cualquier motivo e incluso
maltratándola y golpeándola, no importa que sea una mujer.
- Solo tendrán un medio de
prensa oficial, que será a la vez el órgano del partido dominante.
- No preocuparse por el
pueblo, solo los dirigentes tendrán derecho a casas, autos, vacaciones, paseos.
Mientras menos se le dé a los americanos, más serviles serán.
Le sugerimos, con el mayor de
los respetos, discutir con los miembros de su gabinete estos aspectos y
trasladarlos a las dos cámaras; ya que algunos de sus honorables miembros ven
–al igual que nosotros- una posibilidad de solución a este problema que dura
por más de 50 años.
Una vez implantadas estas
medidas en su país, tendrán suficiente legitimidad para conversar con el
régimen cubano a niveles iguales y no habrá ningún inconveniente para levantar
el embargo.
Esperando su atención al
particular, agradeciéndole de antemano todo lo que pueda hacer para solucionar
este diferendo, le reiteremos que cuenta con el más alto testimonio de nuestra
consideración.
Reunión de la Nación Cubana
por la Democracia