En Lawton, municipio de 10 de Octubre, amanecen un día si y el otro no, las calles inundadas de agua potable, pues las roturas permiten que el preciado líquido se derroche sin hacer nada al respecto. Para todos los vecinos del lugar esta situación es verdaderamente incómoda, puesto que “si se le diera una solución a este problema, otras muchas personas que no reciben agua podrían abastecerse de esa misma manera, que casi diariamente se derrocha por las calles rotas de todo el país”, Así me comentaron las señoras Sandra Abreu e Idalmis Fonseca, quienes se ven afectadas pues a sus casas no le entra agua desde hace más de un año. Ellas acudieron a Aguas de La Habana, recibiendo pretextos, excusas, malos tratos y faltas de respeto..El ingeniero jefe de Aguas de La Habana, se refirió vía telefónica con otro trabajador del centro, de forma bastante desagradable sobre estas dos mujeres, diciendo: “No coman tanta p…., que no j…. más, que parece que no tienen otras cosas que hacer, yo no tengo tiempo para comer m….” Tanto Sandra como Idalmis escucharon toda la conversación, pues la línea se quedó abierta y el altavoz puesto, mientras el empleado hablaba con el ingeniero. Él se disculpó por lo sucedido y le prometió que personalmente iría al lugar afectado y haría algo al respecto, pero tampoco hizo nada, ni con las faltas de respeto, ni con la necesidad de los vecinos.
Ciudad Habana, 24 de agosto de 2009.