viernes, 17 de febrero de 2017

EL DINERO SIN SOLUCIÓN

Para las personas de negocio, Cuba es un país en el que no abunda la confianza

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Cambio de dinero_el mundo.esLA HABANA, Cuba.- Hace poco, vi un documental que tiene una referencia a la obra de William Shakespeare: “El Mercader de Venecia” que para los economistas es un punto de reseña en el desarrollo financiero internacional. Pero vino a mi mente una relación de ideas entre la pieza teatral, sus protagonistas y los que mal dirigen el país. Pensé: si alguno de los Castro fuera Antonio, ya no tendría carne para darle a Shylock, porque ninguno de los dos se caracteriza por pagar las deudas.

Durante el último año transcurrido, varios países le han condonado una parte considerable de lo que debían, tanto de los intereses como del principal, porque todos sus acreedores saben que no tienen dinero para hacerle frente a sus compromisos financieros. No existe capacidad monetaria pero tampoco hay reparo en cumplir las obligaciones.

Crédito es una palabra que viene del latín, es la sustantivación del verbo “credere” que significa creer, tener confianza; sin la invención del préstamo no hubiera sido posible el desarrollo económico alcanzado en el mundo. No quiere decir que a través de él se consigue que todo funcione, pero sí que un gran número de personas bienes y servicios puedan hacerlo. Es por eso que para cualquier economía es muy importante la confianza que se tenga en la capacidad de cumplir; así como en la posibilidad, voluntad y solvencia, con respecto a la obligación contraída.

Sin embargo, para las personas de negocio, Cuba es un país en el que no abunda la confianza. No solo por las deudas que ha adquirido y no ha podido pagar; pero también por la forma en que ha engañado a alguno de sus inversores y el dominio público que se tiene de cómo el régimen ha engatusado al pueblo y se mantiene haciéndolo.

Los inversores se preguntan: ¿estamos asegurados o rodeados de peligros? Porque como es natural quieren riesgos calculables, que puedan ser cubiertos por las ganancias, y no se hacen negocios donde haya imprecisión, donde no puedan definir cómo enfrentarse a los escollos e incertidumbres del futuro.

Además, en su afán de controlarlo todo, el régimen ha creado “La cartera de inversiones” que es un marco muy estrecho para las posibilidades de algunas empresas y que dentro contiene el cuadro de la falta de experiencia y entrenamiento de los que deben llevar a cabo los negocios.

Aunque hay varios factores que inciden en el hecho de que no se encuentren inversionistas, a pesar de la propaganda de la Zona Franca del Mariel, en particular uno que parece insuperable es la doble moneda, que fue un invento de Fidel Castro, en uno de sus momentos de ira en contra del “imperialismo yanki”.

El dinero ha jugado un papel fundamental en el progreso humano, pero controlarlo nunca ha sido fácil. Todo el mundo sabe que el dinero puede elevarnos o hundirnos, por el papel tan importante que ha llegado a desempeñar en la vida de las personas. No hay dudas de que la historia de la humanidad ha estado determinada por la economía y la aparición del sistema monetario la revolucionó.

La moneda nacional (CUP) no tiene el suficiente valor como para respaldar las necesidades materiales de los trabajadores que la reciben como pago. Se ha mantenido al mismo cambio con el (CUC) peso cubano convertible (25 x 1), que es la moneda “fuerte” dentro del país y que quieren que tenga más cotización que el dólar, de forma aparente; pero es algo artificial, no responde a un sistema financiero de valores.

Al igual que cualquier otro instrumento de pago, el dinero es confianza que quien nos debe nos liquidará el saldo; aunque la mayoría de las personas no piensen ni siquiera en ello, incluso es confianza en el banco central que lo emite. En el caso particular de Cuba, hay una especie de acuerdo tácito entre el régimen y los trabajadores que saben que el dinero que reciben como remuneración de su trabajo tiene un curso legal limitado al país y que no les permite adquirir los bienes y servicios para tener una vida decorosa. Es por eso que el cubano promedio empleado por el sistema hace que trabaja, mientras que por su parte el empleador hace que le paga.

El poder de las finanzas se manifiesta en cualquier parte y afecta a todos directamente, los que mal dirigen el país saben que han desperdiciado la oportunidad que les dio el presidente de Estados Unidos de América, Barack Obama, y que se hizo patente en su discurso al pueblo de Cuba. Sin embargo, repiten los mismos errores que han cometido en estos más de 50 años, incluso después que Fidel Castro reconoció la teoría del valor; una y otra vez dan un paso adelante y vuelven hacia atrás, solo por el hecho de que temen que la gente tenga dinero.

En un momento determinado se admitió -en el mercado campesino y en las actividades de los cuentapropistas- que los precios fluctuaran de forma libre determinados por la oferta y la demanda; sin embargo, a pesar de que trajo como bueno que los productores agrícolas concurrían más al mercado, se volvieron a regular y se retornó al sistema de acopio estatal, más que probado que no funciona. Y el efecto para la población no se ha hecho esperar, el dinero compra cada vez menos cosas.

La teoría estatal para esta marcha atrás, es dar valor a la moneda nacional; sin embargo, aunque algunos precios de productos en moneda convertible (CUC) han tenido pequeñas rebajas, siguen siendo prohibidos para la mayoría de los trabajadores y más aún para los pensionados.

En Cuba se vive un infierno económico, porque, aunque estén ahí los recursos e incluso haya “talentos” dirigiendo el país, pueden ser inútiles sin un buen manejo de las finanzas. Topar los precios, cambiar el sistema de acopio y distribución de los productos del agro, no ha sido suficiente, ni siquiera ha mejorado la situación, porque la rápida subida de precios hunde a todo el que depende de un sueldo fijo que además está pagado en un dinero con muy poco valor.

Esto ha hecho que muchos cubanos que aún defendían parte de las ideas que ha difundido el régimen, se hayan dado cuenta que el Estado benefactor no estuvo inspirado por el altruismo, lo que lo influyó fue mantener el poder, incluso en el siglo pasado Fidel Castro tenía la idea de expandirlo e hizo de cada joven un soldado para combatir sus guerras de conquista.

Da pena ver en estos momentos, en cualquier calle desde occidente hasta oriente, soldados e incluso oficiales que lucharon en Angola y otros países, que están harapientos, durmiendo donde pueden sin un techo, sin una alimentación segura. ¡Y fueron combatientes internacionalistas!

Otro fenómeno social es que ha aumentado la esperanza de vida al nacer y en la misma medida que crece la edad de la población, lo hace el número de pensiones; no obstante, los trabajadores que deben crear los bienes para el grupo etario de la tercera edad no tienen confianza en el futuro y abandonan el país. En unos pocos años la Población Económicamente Activa se reducirá al extremo de tener 2 o 3 trabajadores laborando por cada pensionado.

Y es que más de 50 años queriendo practicar el proteccionismo e intervencionismo estatal han llevado a la banca rota el país, pero los resultados de tanto control no se hicieron sentir en el pueblo de forma positiva, porque la seguridad social no jugó su papel y solo dio una mínima calidad de vida.

El Estado queriendo ser el dueño de casi todo, gasta más que lo que recauda con los impuestos y acostumbró a la gente al paternalismo y las gratuidades y se lo ha arrancado de una sola vez, pero los gastos que tiene en represión y adoctrinamiento son insostenibles. Las directrices “socialistas” son las que han hecho que se combine la falta de producción con la subida de los precios.

¿Cómo se puede esperar que emerja una economía alrededor de gente que está arruinada? El régimen en varias ocasiones ha probado, fracasado y empezado de nuevo en distintos aspectos de la economía y las finanzas. En estos momentos está en una fase de promover el desarrollo y la creación de nuevas empresas con capital foráneo, pero nada consigue.

No obstante, ni siquiera son capaces de reactivar el crecimiento, moderando el sistema de cobertura social y disminuyendo los gastos militares y de propaganda. Y es que piensan que son inmutables, al igual que han hecho con el socialismo como slogan; pero todo está sometido a cambio, la rigidez que quieren dar al gobierno no es posible soportarla mucho más tiempo con la producción colapsada y la inflación que no va a cesar, el sistema de beneficios globales está en bancarrota.

Si consideraran que el valor del dinero depende de lo que los demás estén dispuestos a dar a cambio, podrían permitir la circulación del dólar en el país e ir paulatinamente recogiendo el CUC; ya que la contabilidad se realiza con las dos monedas en paridad, o sea un CUC es igual a un dólar; aunque la tasa de cambio al público está alrededor de los 86 centavos. Esto les aseguraría tener una sola moneda nacional. Al menos en un corto plazo lograrían vencer la dualidad monetaria y tendrían circulando una moneda que tiene un valor más allá de las fronteras de la isla.

Pero no hay voluntad política de resolver el desastre en que han convertido la vida en la isla, El intento de hacer de Cuba un país socialista, no ha sido más que la forma que encontraron para mantener el dominio totalitario y ha terminado en un caos económico y social para el pueblo; y en el enriquecimiento y la “dulce vida” para los que lo detentan el poder. La máxima mínima a la que se puede llegar como conclusión es: ¡Total, para el tiempo de vida que les queda que se hunda el país!