Por: Tania de la Torre Montesinos
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Tanto la crisis financiera como la de recursos que sufre el país, hacen muy difícil la vida del cubano
promedio y en algunos temas se convierte en algo cruel, para las familias.
Ese es el caso de la fallecida señora Gladys Cutiño que fuera vecina de la calle Rafael Oro No. 266
entre13 y 14, Reparto Vázquez, en el granmense municipio de Manzanillo. La finada se encontraba
ingresada en el Hospital Clínico Quirúrgico Docente “Celia Sánchez Manduley”.
Su deceso se produjo el pasado 17 de junio, a las 2 de la tarde y como está establecido fue
trasladada a la morgue para realizarle una autopsia, con el fin de determinar las causas exactas de su
muerte
También a este sitio de anatomía patológica acudieron sus hijos para los cuales resultó traumático el
hecho de que el cráneo se lo estaban abriendo a base de martillo y cincel, por lo que en ese mismo
momento se negaron a que continuaran haciéndole el procedimiento.
La explicación que le dieron a esta familia es que la sierra que se utiliza para hacer la necropsia o sea
para abrir los cadáveres, está rota y es por eso que tienen que utilizar esta técnica alternativa.
Los hijos de Gladys se quejaron con el director del Hospital, nombrado René Johnson y les contestó
que se reuniría con ellos para darles una explicación sobre sus descontentos, pero hasta el momento
no se ha llevado a cabo este contacto.
Sin embargo, se enteraron que el Director del Centro Asistencial, acudió al Departamento de la
Morgue, para decirle a los trabajadores que ellos eran los culpables de que sucedieran hechos como
estos, por permitir que entraran los familiares al local.
¡Cómo es posible ver a un ser querido siendo martillado, aunque sea después de muerto! ¿Dónde han
quedado los sentimientos de las personas que trabajan la Salud Pública?
Manzanillo, 1ro de julio de 2017