Hace 10 años la familia que habitaba en la calle Águila No.929 salió del país, desde entonces la vivienda permaneció cerrada y sin ser habitada por nadie, hasta que en el año 2007 Madelaine Lázara Caraballo Betancourt, desesperada por la situación que posee con tres hijos de 16 y 8 años y 6 meses de nacido, tuvo que irrumpir en el local e ir viviendo en el mismo hasta y como el gobierno quiera.
“Esta vivienda no posee mejores condiciones que la anterior, pero se puede vivir aquí” me planteó Madeline, quien a pesar de todos los problemas que le ocasiona el gobierno con la Seguridad del Estado, quien vive chantajeándola, tiene el niño más pequeño con problemas en la flora intestinal, que hace que sea diarreico, pues todo lo que come le hace daño.
“En los últimos días me han chantajeado con sacarme de la casa, donde a pesar de no tener las condiciones necesarias para niños o personas mayores, estoy mejor que en la que vivía”.
Betancourt ha perdido los colchones, camas, muebles y lo poco que poseía, pues el agua lluvia lo ha deshecho todo. Hasta el momento se ha quejado ante todas las organizaciones pertinentes como la Dirección Municipal de la Vivienda en Habana Vieja, delegada del Poder Popular, Yolanda de la Circunscripción No.44, y no tiene respuesta para su gran problema.
“Con tantas obras de buena voluntad que se hacen fuera de Cuba, por parte del gobierno y este pueblo sigue esperando por una obra de caridad”, concluyó Madeline.
Ciudad de La Habana, 9 de febrero de 2010.
Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Zoila Hernández Díaz