La bañadera de la casa, que está inutilizable
Una vista del balcón exterior de su apartamento y de la pared interna por donde se sale el agua.
El tragante del piso y el desagüe del lavamanos que tampoco se puede utilizar.
Después de ir varias veces a casa de la señora Miriam Gómez con dirección Oquendo No.515, 1er piso, apto. 1 entre Salud y Jesús Peregrino, pude dar con ella este lunes, su ausencia se debía a que su nieta de 4 meses se encontraba ingresada en el Hospital Pediátrico de Centro Habana, presentando un cuadro de fiebre alta y diarrea, aunque se trata de un estado viral, esta niña es mucho más propensa de contagiarse por el cuadro séptico que presenta la vivienda donde residen, a diferencia de otros que viven en condiciones normales, según Miriam me cuenta que el Director de la Oficina de Rehabilitación y Desarrollo funcionario que le quitó el dictamen técnico de la vivienda a ella, estuvo en su casa después de salir el artículo en el periódico, el pasado 17 de enero de 2010, estuvo sobre las 9 pm, hora en la que no se hacen visitas, se disculpó con ella aduciendo que tenía mucho trabajo y que estaba muy perturbado, pero de resolver el verdadero problema, de eso no se dijo nada en concreto, en realidad le mandaron un carro para destupir la tubería, pero sigue en las mismas condiciones, ya que cuando fue con su hija Denim para el Hospital, y la recién nacida con fiebre y diarrea, al poco rato la fueron a buscar para decirle que tenía la casa llena de agua albañal nuevamente.
“Imagínese usted así no salimos de una para entrar en otra, como se puede apreciar en las fotos tenemos tapados todos los tragantes del baño con estacas de madera, y la pared que divide el baño de la sala también sale el agua desde el techo, ya que la tubería pasa por esta pared que está dentro de la casa, esta situación es insostenible”. Me dice Miriam: “Cuando mi hija dio a luz a su niña, le tuvieron que hacer cesárea, después de unos días la trajimos para la casa, aquí con esta situación se le infectaron los puntos de la herida, y para que se pusiera bien la herida costó trabajo. Aquí el agua sucia sale hasta por la puerta de la casa y los vecinos quejándose, pero yo sí no tengo como hacer el trabajo ni los materiales para realizarlo, ahora solo me queda esperar hasta ver cuando me dan una solución para mi problema”.
(El comunicador quiere aclarar que ellas no se dejaron fotografiar, pero sí permitieron que se tomaran vistas de la casa).
Ciudad de La Habana, 12 de febrero de 2010.
Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca