lunes, 1 de febrero de 2010

“ Fue lo que fue, sin ser lo que debiera”


 

 

 

 

 

 

 

Luz María Alpízar de 73 años de edad tez blanca, graduada de maestra normalista se saboreaba sus labios viendo las latas de dulce en conserva expuestas en la tienda Variedades antiguo TEN-CENT de 23 y 10, Vedado. Luz María quien reside en este Reparto, en calle 19 entre 8 y 6, se lamentaba porque para ella poder comprar una de estas latas tiene que ahorrar por lo menos 9 meses, apretándose bien el cinturón guardando a razón de 25.00 pesos por mes. Le pagan 198.00 pesos mensuales, más algo que le dan sus hijos, pero  dice que solo cuenta con lo que gana.

“Tú has visto -me cuenta- el dulce de coco cuesta 210.00 pesos, la mermelada de guayaba, y la de manzana igual, todo está más caro que en las TRD (tiendas recaudadoras de divisas) 185.00 pesos una lata de Vita Nuova (salsa para pastas) casi lo que yo gano en el mes ¡qué cosa! Fíjate es bueno que haya caro, pero que esté ahí, pero no tan exagerados los precios. Yo vendo el café y los cigarros pero tengo que comprar también viandas, pollo, pescado, “leche” que a mí nunca tuvieron que quitármela a los 7 años, porque en ese tiempo, ya había sobrepasado esa edad.


¡Ah! el gas, la electricidad, el agua y mis medicinas que no son gratis, por lo que mi nieto me dice, que nos hace falta “FE” (expresión jocosa que significa familia en el exterior) como si eso resolviera mis problemas aunque me daría un respiro.Pero ni eso tengo hijo mío qué cosa ¿verdad? Bueno veré que hago, espero antes de morirme comprar mi lata de dulce de coco, digo si alcanzo porque tú sabes cómo son las cosas aquí, empiezan bien y después no las pueden mantener. Razona para que veas, han hecho una tremenda inversión, aire acondicionado, piso nuevo, todo nuevo para vender latas de conserva, porque lo demás que está puesto en vidriera es lo mismo que está disponible en todos los establecimientos con oferta de moneda nacional. Esas son las cosas locas que tiene este país, veamos cómo se comporta de aquí a unos meses, después te cuento, pero sé que te diré como la famosa inscripción sepulcral de ese gran poeta español Ramón de Campoamor “ Fue lo que fue, sin ser lo que debiera”.       

 

Ciudad de La Habana, 1ro. de febrero de 2010.                                                                                                                                                           


  

 

Suceso narrado por el comunicador comunitario Lázaro Yuri Valle Roca