Por Niurka Caridad Ortega Cruz, comunicadora comunitaria
El señor Fátil Manzo Álvarez, vecino de calle F No.27 entre 2 y 3 Reparto Poey, municipio de Arroyo Naranjo, relata que su mamá Lourdes Álvarez de 63 años de edad, es un caso social desde el año 1978. Este expediente se perdió en manos de la trabajadora social Miriam Liz y después que fue expulsada del puesto de trabajo en Vivienda, porque se dedicaba a vendes casas, ahora aparece otro expediente del año 1998.
“Ninguna de las cartas que he mandado a la Dirección Municipal de la Vivienda de Arroyo Naranjo, me han respondido y cuando le escribí a Vivienda Provincial, me contestaron que ellos no tenían que ver con mi caso, que estaba en proceso en mi municipio. Mi mamá está enferma le han dado 3 infartos y hace 6 años que se encargaba de la señora con quien ella vivía, que ya falleció, nombrada Amparo Leal Padrón, porque la misma no poseía ayuda familiar y padecía demencia senil. Otra vecina le cobraba la chequera y le sacaba los mandados”.
“Cuando Amparo falleció, Eulalia Ponce se personó alegando ser hermana de la misma. Ella procedió a llevarse todo lo existente en la vivienda, incluyendo la propiedad de la casa y la historia clínica de la difunta. Mi mamá y yo continuamos en la casa, ya que teníamos la llave y tengo el certificado médico hecho desde el año 2006 que Amparo tenía demencia senil, por lo que afirmo que en la Reforma Urbana, le vendieron la casa a la supuesta hermana, que no tiene ni los apellidos de la difunta”.
“Eulalia presentó un testamento firmado por Amparo y eso es falso, y el 16 de setiembre de 2009 nos hicieron un desalojo a las 5 y 40 am. A mi me llevaron detenido para la Policía Nacional Revolucionaria de Arroo Naranjo, sin importarles que llevaba pocos días de salir del hospital con un infarto y bajo tratamiento médico, ahora me encuentro viviendo en un cuarto y tuve que cerrar la acera interrumpiendo la vía de los peatones, con cajas de cartón para poder dormir. Aquí viven 8 personas entre ellos 3 niños con edad entre 2 y 10 años. Estoy cansado de tanto callar todo lo que hace mal el Gobierno y que se acabe el negocio que existe con los casos sociales, ya que todo el que trabaja en Vivienda tiene buena cas y los bolsillos llenos de dinero y yo y mi familia durmiendo en las aceras”.