Por: Bárbara Fernández Barrera
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El objetivo no es dejar que poco a poco sigamos viendo como muchos lugares de San Antonio de los Baños se van derrumbando, hay que impedirlo. El patrimonio de cualquier sitio constituye parte indispensable para la vida de los habitantes de allí, pues es lo que los identifica en el tiempo.
En esta localidad artemiseña son ya bastante las construcciones antiguas y patrimoniales que por despreocupación y falta de restauración hoy son solamente ruinas o unas paredes a punto de derrumbarse, entre ellas se pueden contar: el cine Casino, el Círculo de Artesanos, la terminal de trenesy muchas más; pero existe una breve calle conocida como el Pasaje de Alonso, que se encuentra ubicada entre las calles setenta y setenta y dos, como una pequeña intersección; de ahí el calificativo de pasaje.
Este lugar es muy antiguo, y sus casas también lo son, eran todas desde sus inicios altas hechas de paredes de piedra de canto y techos de madera y tejas con puertas y ventanas de madera. Son muy pocos los ariguanabenses que no conocen el Pasaje de Alonso, debido a sus más de sesenta años de existencia en este municipio y la cercana ubicación que tiene con la iglesia católica y con la calle principal del pueblo.
Esta corta calle forma parte de la historia de nuestro pueblo y también de su patrimonio, no es para que este en el estado que se encuentra en la actualidad, con casi todas sus casas a punto de derrumbarse y algunas ya apuntaladas con madera en la fachada para impedir o aplazar el inevitable desmorone.
Todas fueron construidas en su época con igual fachada y seguidas, en dos hileras una frente a otra. Poreste pasaje no transitan autos, es tan solo para el paso de las personas que les abrevia la salida a la calle setenta o a la calle setenta y dos.
Sería triste ver como también el Pasaje de Alonso desaparece del paisaje urbanístico de esta localidad, más aun para quienes han vivido por muchos años en este municipio y conocen y han visto su pasado e historia; además de representar un peligro para las personas debido a los desplomes que pudieran ocurrir en cualquier momento.
Artemisa, 25 de febrero de 2015.