viernes, 23 de febrero de 2018

CONTINUAMOS SIN MEDICAMENTOS

Por: Jorge Bello Domínguez

Teléfono: 53353648


A pesar del “optimismo” mostrado por las autoridades al más alto nivel y los directivos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) en los meses finales del año anterior, cuando ante el déficit existente de medicamentos en las unidades farmacéuticas del país anunciaron una paulatina recuperación en los primeros meses del actual año y, cuyas aseveraciones fueron divulgados en los medios de comunicación oficiales (radio, televisión y prensa plana), la realidad dista mucho a lo planteado, transcurridos ya casi dos meses de las “seguras y esperanzadoras mejoras” en el sector farmacológico que lejos de erradicarse, permanece en suspensión y con una acelerada tendencia a la profundización.

En la comunidad del pueblo de Güira de Melena, perteneciente a la joven provincia Artemisa, los viernes de cada semana, ponen en jaque a los habitantes del sureño municipio. Es este día de la semana cuando se supone deben de abastecer con medicamentos las farmacias del territorio.

Para la ocasión, desde horas bien tempranas del día, se puede distinguir la presencia de personas en esos establecimientos que arriban de manera gradual para hacer la tradicional fila de espera -o cola como se le dice de forma popular- en algunos casos por interminables horas, en aras de poder adquirir “esperanzados”, el medicamento indicado por su facultativo, sin aun saber si estará incluido en la factura enviada, una vez que el vehículo con la anhelada carga haga su aparición.


Por reportes llegados a voz de ciudadanos de la comunidad artemiseña, se puede evidenciar que a pesar del discurso “(in)tranquilizador” de los directivos estatales, el desabastecimiento en las redes de farmacias en el territorio, lejos de reducirse aumenta; medicamentos de importancia y mucha utilidad como: Dipirona, Paracetamol y Gentamicina, son por citar solo algunos, del grupo que no acaba de aparecer.

Una joven dependiente de una de estas unidades farmacológicas del municipio -quien pidió discreción a su identidad- accedió a revelar lo que sucede en la totalidad de las farmacias del territorio. Estas fueron sus palabras:

“El inventario general en las farmacias hoy en día es precario, la mayoría de los medicamentos están en falta, incluyendo los sicofármacos controlados, cuando llegan los envíos para aprovisionar las farmacias desde el almacén central de la provincia lo que traen es insuficiente, además, pasan varios meses sin que algunos medicamentos de alta demanda entren a las unidades, ejemplo de ello son los ungüentos, analgésicos y antihistamínicos”.

También explicó: “Medicinas como la Dipirona y el Paracetamol son fármacos con una alta demanda dentro de la población y las que más escasean en todas las unidades del territorio, a principios de enero pasado solo se registró una entrada de doscientas (200) unidades de treinta tabletas cada una, esto a matemática simple es insuficiente tratándose de un medicamento con una alta demanda y con varios meses de atraso y, si le agregamos una población de casi cuarenta mil habitantes a la espera del fármaco ¡se podrán imaginar lo que se formó ese día!”

La continua y progresiva ausencia de medicamentos de primera necesidad en los inventarios de farmacias es un tema tan polémico y preocupante que no se detiene con “discursitos” esperanzadores de algún que otro mediocre funcionario gubernamental. Esta problemática causa intranquilidad dentro de una ciudadanía que se siente indefensa ante las enfermedades y pandemias desatadas en los últimos tiempos, así como, la imposibilidad de adquirir los medicamentos que el doctor indica para contrarrestarlas.

En contradicción a esta compleja disyuntiva, mientras el pueblo es obligado a padecer privaciones y escases de medicinas en farmacias y clínicas, el régimen, derrocha y envía magnánimas cantidades de medicamentos a sus aliados “estratégicos” del hemisferio, a nombre de la mal llamada “ayuda solidaria”, medicamentos que les son arrebatados a los cubanos y terminan inexplicablemente carbonizadas en una cámara de incineración de esos “países hermanos”.

Pero como todo lo quieren solucionar con control, han aparecido las nuevas “recetas” que son un dolor de cabeza para los facultativos y hasta para los empleados de las farmacias.  

 

Artemisa, 22 de febrero de 2018.