Por: Dagoberto Martínez Martínez
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Durante un viaje en auto desde el municipio de Pinar del Rio hasta el poblado de La Coloma, estuve en el centro de un debate ocasional entre el chofer y otro pasajero.
Según el conductor del carro, un pariente allegado se encarga de gestionar algunos insumos, medicamentos y piezas para el Ministerio de Salud Pública, en el exterior. El chofer se vanagloriaba de las ocasiones en que este funcionario ha tenido que salir del país a comprar algún determinado medicamento, o prótesis.
Una adolescente que se encontraba escuchando la conversación, y que en días recientes su padre había pasado por un duro proceso médico, exclamó con gran admiración: “¡los marcianos llegaron ya!”.
De ingenuo, pregunté el porqué de su exclamación, y ella ni lenta ni perezosa, contestó: “Mi papá tiene un desgaste en las dos caderas y ya con la orden de ingreso, después de esperar más de dos años, no lo ingresaron por falta de prótesis de caderas; la operación estaba programada para después del día 17 de enero, de este año”.
Me especificó que su progenitor se llama Raúl Martínez y que ha estado comunicándose con el personal del Hospital donde debe operarse, dos veces por semanas, y siempre se han mantenido dándole la esperanza de que su problema se resolvería en la tercera semana del mes de enero de este año.
Pero como parece que es algo que ocurre de forma común, el diario oficialista Juventud Rebelde, publicó la queja del señor Laureano Armando Vázquez Alemán -23 de agosto de 2017- por la demora para acceder a una coronariografía que le habían indicado para el Cardiocentro de Santa Clara, Villa Clara, desde el 18 de mayo del 2017.
Cada día se puede detectar en la calle, en cualquier lugar del país, problemas como estos, que demuestran que es muy grande la distancia entre lo que se dice y lo que se ha alcanzado, en particular en la Salud Pública que es un tema de gran repercusión en la población.
La realidad es que tanto el Gobierno como el Partido Comunista, continúan haciendo caso omiso a las quejas que se formulan y a los graves problemas que tiene una gran parte de nuestra sociedad.
A Raúl Martínez solo le quedará esperar hasta que “el imperialismo elimine el bloqueo”, o como se dice en el populacho: “hasta que la rana críe pelos”.
Pinar del Río, 22 de febrero de 2018