Por: Rosa María Naranjo Nieves
El pasado 14 de marzo, fui acompañante de un familiar en el Hospital Enrique Cabrera, en la capital. Ese día estaba indicada la intervención quirúrgica de mi hermana, pero al estar en el quirófano fue suspendida porque según el Dr. Perpetuo, el agua le llegaba hasta el tobillo dentro del mismo.
El día 18 fue intervenida y pude ver en el segundo piso cama C, como caminaban las cucarachas por las paredes, pero para mi asombro llegó la Jefa de Limpieza a la Sala y dijo que estaba prohibido fumar, algo lógico en ese lugar, pero no habían pasado diez minutos cuando fui a llamar a la enfermera para que atendiera a mi paciente que sufría desmayos y vi a la jefa de limpieza conversando con ella sosteniendo un cigarro encendido en la mano, del cual fumaba.
Estando en el patio del hospital, miré para arriba y pude ver la frazada de limpiar el piso colgada en una ventana, colocada como una cortina, con un aspecto de suciedad que daba asco, debido a la mala higiene.
La Habana, 10 de abril de 2014.