Por: Damaris Moya Portieles
José Zamora Calvo, de 51 años de edad, vecino de Carretera de Sagua km 7 ½, Marrero, Santa Clara, Villa Clara, se dirigió a caballo el día 16 de noviembre -a la finca de un hermano- a recoger 2 sacos de yuca; de regreso se encontró un operativo policial que buscaba un caballo perdido y sin darle el alto le dispararon más de 15 veces, alcanzándole una bala en la rodilla. El caballo se espantó y José llegó a su casa herido y sin sus yucas.
Al poco rato se presentó allí la policía y delante de 3 niños: Jonatán Luis Zamora Carrasco de 7 años de edad; Yelena Zamora de 6; y Yanfiel Zamora López de 7; lo golpearon y lo mantuvieron durante media hora en un carro patrullero perdiendo sangre, mientras iban a buscar los sacos perdidos y verificar que contuvieran realmente yuca.
Estuvo ingresado durante 12 días en el hospital Arnaldo Milián Castro, custodiado, y allí lo operaron de la rodilla. A la madre le comunicaron –falsamente- que lo iban a llevar a otro hospital; pero la realidad fue otra, sin conocimiento de la familia, un agente policial le informó a José que iba a ser encausado por atentado.
Fue conducido al hospital de la prisión de Guajamal y posteriormente al del reclusorio La Pendiente, en Santa Clara, donde comenzó una huelga de hambre desde el 26 de noviembre.
Los que dirigían el operativo del que fue víctima José, son: el jefe de la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria de Hatillo, Argelio Pérez; y el jefe de sector Jorge Luis Ceballo.
Como es ya habitual en Cuba, es la víctima quien debe responder ante los tribunales, para de esa forma minimizar el hecho de que le hayan dado un tiro.
Santa Clara, Villa Clara, 12 de diciembre de 2012.