En la calle 279 entre 104 y Lindero, Reparto Calabazar, municipio de Boyeros, Ciudad Habana, se encuentra el Estadio de Baseball (pelota) “Complejo Deportivo Municipal y Nacional, para el uso de niños y jóvenes.
El señor Keylen Cabrera Castellano vecino de la zona y ex trabajador de ese centro, me comunicó que un contenedor que se encuentra allí tirado desde finales del 2006, corresponde a una donación que hizo una delegación canadiense, según tiene él entendido, y que tenía un valor de unos 40 mil dólares. La donación fue de equipamiento para el juego, otros artículos y materiales para la reparación del Centro.
Explica Keylen que en ese contenedor habían mochilas, bicicletas, ropa de peloteros, pelotas, bates, etc., que no llegaron nunca a los niños, los jefes del INDER (Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación) municipal de Santiago de las Vegas se lo repartieron entre ellos.
También estos donantes, según Keylen canadienses, enviaron cemento dentro de un contenedor y arcilla para el terreno de pelota. Esto lo dejaron echar a perder dentro del mismo contenedor. Lo único que pusieron fue la iluminación y ya se la robaron. Hay algunos vecinos que afirman que muchas de estas cosas las vendieron y en estos momentos el local se encuentra casi abandonado.
El señor Keylen Cabrera Castellano vecino de la zona y ex trabajador de ese centro, me comunicó que un contenedor que se encuentra allí tirado desde finales del 2006, corresponde a una donación que hizo una delegación canadiense, según tiene él entendido, y que tenía un valor de unos 40 mil dólares. La donación fue de equipamiento para el juego, otros artículos y materiales para la reparación del Centro.
Explica Keylen que en ese contenedor habían mochilas, bicicletas, ropa de peloteros, pelotas, bates, etc., que no llegaron nunca a los niños, los jefes del INDER (Instituto Nacional de Deportes Educación Física y Recreación) municipal de Santiago de las Vegas se lo repartieron entre ellos.
También estos donantes, según Keylen canadienses, enviaron cemento dentro de un contenedor y arcilla para el terreno de pelota. Esto lo dejaron echar a perder dentro del mismo contenedor. Lo único que pusieron fue la iluminación y ya se la robaron. Hay algunos vecinos que afirman que muchas de estas cosas las vendieron y en estos momentos el local se encuentra casi abandonado.