Por: Jorge Bello Domínguez
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El pasado 29 de marzo del año en curso, tres jóvenes obreros que se desempeñaban como custodios
-no estatales- en una finca agrícola del municipio Güira de Melena fueron agredidos a tiros por el
propietario de la tierra que se encontraba en estado de embriaguez. Según manifestó el agresor,
descargó un revólver contra los mismos, por encontrar irregularidades que estaban cometiendo
mientras realizaban la guardia en los cultivos. Así lo destaca uno de los agredidos ydenunciante de los
hechos a las autoridades policiales, sin que hasta la fecha se haya hecho algo al respecto.
Según testimonio de una de las víctimas, todo ocurrió en horas en la madrugada, cuando el
ciudadano Ihosvany Acosta, pequeño agricultor y propietario de una finca localizada en el Consejo
Popular “El Junco”, ubicada a tres kilómetros del casco urbano del municipio, decidió dar un recorrido
por los sembrados y controlar a los custodios contratados por él. Cuenta uno de estos muchachos
que cuando se percataron de la presencia del “patrón”, la emprendió a tiros en contra de todos.
Los tres jóvenes agredidos son oriundos del oriente del país, que debido a la desastrosa situación
económica en la que viven en su natal provincia decidieron trasladarse a Artemisa en busca de
mejores oportunidades de subsistencia. Uno de estos chicos, que se identifica como Leandro Prado
Santos, comentó: “La noche de los acontecimientos nos encontrábamos conversando con el custodio
de la finca vecina en uno de los extremos de la propiedad, cuando vemos aparecer en la oscuridad al
dueño de la finca que por la manera de hablar se notaba que se encontraba en estado de embriaguez,
fue cuando nos percatamos de que traía una pistola en la mano, y entre gritos e insultos comenzó a
disparar contra nosotros, ocasionando que dos de los custodios huyeran despavoridos, y yo me
ocultara entre los arbustos temiendo ser descubierto por el tipo que estaba descontrolado.”
Otro de los testigos de lo ocurrido se nombra Rafael y era el sereno que cuidaba la finca colindante,
este hombre fue quien dio aviso a la policía de lo que acontecía, mediante un teléfono celular que
llevaba consigo. Leandro relató que, al llegar la autoridad al lugar del suceso, se encontraron con el
agresor y el custodio de la propiedad vecina (Rafael), que les informó de lo acontecido -y para su
sorpresa- fue testigo de cómo dejaban marchar al atacante, sin vacilaciones. Rafael decidió grabar la
acalorada discusión que mantuvo con los “agentespoliciales” en su teléfono celular, pero fue víctima
de maltrato y ofensas por parte de los uniformados.
Pasados cuatro meses de la denuncia hecha por los jóvenes contra el “victimario acaudalado”, no ha
habido pronunciamiento de las autoridades policiales ni de la fiscalía respecto al hecho, tampoco se
han tomado medidas con el atacante, quien continúa gozando de total libertad a pesar de haberse
cometido un delito de “tentativa de asesinato”; teniendo como agravante que un arma de fuego, lo
cual es sancionado con la privación de libertad en el Código Penal vigente, además de dar clara
imagen de la impunidad con la que actúan estos señores pudientes ante el ala protectora de un
sistema corrupto.
Artemisa, 10 de agosto de 2017.