viernes, 10 de agosto de 2012

Presunto asesinato en la prisión Combinado del Este

Por: Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Capítulo Conflictos en la Sociedad Civil.

El 9 de mayo de 2012, a las 9:35 pm un oficial del establecimiento penitenciario Combinado del Este, el subteniente Aliuvan Domínguez Vera, se presentó en la vivienda de los familiares del recluso José Carlos Blanco Rodríguez y les informó que éste se había ahorcado.
Varios aspectos concurrieron desde el principio para que la familia pusiera en duda la versión del suicidio.
1.- El fallecimiento ocurrió, según el testimonio oficial a las 4:00 pm, por lo que demoraron más de 5 horas para informarlo a los familiares.
2.-Cuando los parientes se presentaron en el Instituto de Medicina Legal, a las 10:30 pm debieron esperar la conclusión de la necropsia, al final de la cual a la 1:30 am del día 10, les informaron que no podían pasar a ver el cadáver y que se dirigieran a la funeraria.
3.-El subteniente Aliuvan Domínguez Vera les expresó que José Carlos fue llevado a consulta de psiquiatría por solicitud propia dada su preocupación por la enfermedad de cáncer de su madre. Es incierto que la madre de José Carlos tuviera cáncer y él lo sabía.
4.- A José Carlos ya le correspondía la libertad condicional, estaba pendiente de su aprobación y solo le faltaban 2 años por cumplir su sanción.
5.-Había tenido una visita de su madre y hermano el día 23 de abril y no mostró signos de anormalidad. El día 7 de mayo se había comunicado por teléfono con su mamá y se manifestó optimista sobre su futuro.
6.-El oficial Maiquel Pérez Fabier, segundo jefe del Establecimiento Penitenciario les brindó a los familiares en el Instituto de Medicina Legal, explicaciones que no habían pedido, como que José Carlos no había sido golpeado ni maltratado.
7.-Las versiones oficiales ofrecen confusamente dos instrumentos diferentes para el ahorcamiento, una camisa y una sábana.
Cuando a las 3:40 am llevaron por fin el cadáver a la funeraria, accedieron  a la habitación donde sería vestido, el hermano Pablo de Jesús, la madre, Mercedes Rodríguez Borrell, tres tíos y el padrastro; que observaron a simple vista los siguientes signos de violencia.
→Enrojecimiento en la zona izquierda del pecho.
→Enrojecimiento en el área superior del hombro derecho.
→Una incisión aparente al rasgo de una uña.
→Abertura protuberante en la cabeza al lado izquierdo en el área de la sien, que aún sangraba y que  asemejaba un golpe con un objeto de punta.
→Abultamiento al lado derecho.
→En el cuello no existía presencia de surco ni hematoma de contusión de sangre, característicos de la muerte por ahorcamiento.
→En la boca se apreciaba la lengua en su estado normal, recogida hacia el interior de la cavidad.
→Los ojos y párpados sin señales de hematomas.
→El rostro con tez pálida totalmente, sin síntomas de contusión de sangre.
→En la espalda sobre la zona de la escápula se aprecia enrojecimiento.
→Miembros genitales engrosados (semi erectos).
→La cabeza no se apreciaba degollada, como frecuentemente ocurre en los ahorcamientos.
Ante las exigencias de la familia el oficial Maiquel solo respondía: “Yo te juro que yo no lo toqué”, lo cual firmó de puño y letra en un documento en poder de la familia. Ratificó, además en el escrito, los signos de violencia que presentaba el cadáver.
El 4 de junio de 2012, Pablo de Jesús Blanco Rodríguez, hermano de la víctima hizo llegar una denuncia por asesinato contra Maiquel Pérez Fabier y otros oficiales del Establecimiento Penitenciario Combinado del Este, al vice fiscal general, jefe fe la Fiscalía Militar Principal, coronel Juan Raudel Risell Collazo.  Copia de esa denuncia se envió al Consejo de Estado, al Ministerio de Salud Publica y a la Comisión Jurídica de la Asamblea Nacional del Poder Popular, nadie ha respondido.
No están exentos de responsabilidad penal, el Jefe de la Prisión y los médicos del Instituto de Medicina Legal, doctores Víctor García González y Serguei Serrat Román, que ante las muestras evidentes que contradecían el suicidio, tuvieron una actitud encubridora.
Ante los reclamos de su familia exigimos la exhumación del cadáver de José Carlos Blanco Rodríguez y su análisis por una comisión encabezada por la Cruz Roja Internacional, para que se pueda cumplir lo que reclaman los familiares; determinar la causa real de su muerte y el castigo de los culpables. La madre solo pide justicia.
También demandamos atención médica priorizada –con carácter urgente- por parte del gobierno hacia la madre de la víctima, que padece de una hernia de hiato gigante, que le imposibilita sus movimientos.     

La Habana, 9 de agosto de 2012.


Este era José CarlosBlanco Rodríguez