miércoles, 7 de marzo de 2018

LA SALUD PUBLICA CADA DÍA PEOR

María Nélida López Báez

Teléfono: 52437850                

 

Abrumada por una tarde calurosa y una profunda crisis de asma, sobre una gripe ya existente, me di a la tarea de tratar de resolver una placa y una aplicación de aerosol, para lo cual recorrí tres Policlínicos de las populosas barriadas de San Leopoldo y Colón, en el capitalino municipio de Centro Habana; claro antes había hecho un periplo por las farmacias locales, pero no encontré algo para aliviar mis padecimientos.

Aunque se puede decir que fue una sorpresa esperada, en el Policlínico Luis Galván, sito en Blanco y Trocadero, no disponían de boquillas para prestar servicio de aerosol a los asmáticos. De igual forma en los Policlínicos Marcio Manduley y Albarrán, tampoco tenían este instrumento auxiliar que permite ayudar a mejorar la falta de aire en los pacientes con asma.

Tratando de resolver mi situación de salud, pude conocer que, a los Técnicos de Rayos X en estos centros asistenciales, les entregan entre 10 y12 placas diarias, para según plantean los casos más necesitados. Esto lo hacen no solo debido a las carencias de medios que tiene la Salud Pública en estos momentos en Cuba, pero también con el fin de evitar la corrupción que vendría dada por la venta del servicio de radiología, ya que las personas desesperadas por resolver los problemas que se hacen tan difíciles, pagan cada uno de ellos, a precios que nadie sabe cómo se establecen, pero, sin embargo, se conocen por todos.

En un país en que la Salud Pública resultó ser para el régimen una de las estrellas del “firmamento socialista”, implicaría que para muchos fuera, Increíble, pero cierto, visitar cualquier centro asistencial y tener que irse como mismo llegó, sin poder ser curado.

La escasez de personal médico y paramédico permite ver los pasillos vacíos; pero lo que si no puede faltar es la expresión política, es por eso que en los policlínicos no falta la propaganda, como por ejemplo un gran afiche con la figura de Raúl Castro sobre un buró que permite a los que llegan a hacer consultas, y a los que allí trabajan conversar sin preocupación alguna, bajo la mirada fotográfica del general-presidente.


El panorama es muy lamentable y se puede resumir solo con explicar: farmacias en estado deprimente y sin medicamentos, hospitales con pésimas condiciones, falta de médicos y enfermeras, salones de operaciones cerrados, servicios de asistencia inexistentes. Ahora bien, esto no ocurre en los hospitales que dan servicio a extranjeros, o en los que son solamente para la alta jerarquía gubernamental y su familia.



La Habana, 6 de marzo de 2018