martes, 23 de noviembre de 2010

“Yo Damaris Esquivel Acosta con Carné de Identidad No.75062402992, vecina de Calle 210 No.40906 entre 409 y 419, La Catalina Santiago de las Vegas, Boyeros Ciudad Habana. Soy madre de 2 niños Randi Adrián Gorgollo Esquivel de 5 años y Yusmaidi Valenzuela Esquivel de 11 años.”

“Por una parálisis que me dio en la parte izquierda del cuerpo en el parto de mi hija, se me quedó paralizada la mano izquierda, por ese motivo no puedo trabajar, aparte el gobierno no me reconoce como impedida física, ni minusválida y eso que no puedo ni peinarme. He ido a muchos lugares para que me reconozcan como impedida y así poder buscar un trabajo que no sea con las manos, por ejemplo hacer guardia u otros, y no me dan atención, me rechazan. Los dedos de la mano izquierda no los puedo mover, si cierro la mano tengo que abrírmela con la otra, es por eso que mi situación siempre ha sido muy difícil”.

“Vivo en un cuarto de madera muy malo encima de la placa de mi mamá, el piso es la misma placa del techo de abajo. Mi techo es de fibrocemento. Todo esto lo he conseguido en los basureros, recogiendo tablas y pedazos de cartón para forrar, porque cuando llueve entra el agua por las paredes y por el techo.”

“La cocina es en el mismo cuarto, no tengo baño, hacemos las necesidades en un cubo viejo, pues aquí no se puede hacer más nada y esto poco y miserable que he hecho me ha traído muchísimos problemas con el Comité de Defensa de la Revolución y el jefe de Sector, que solo sabe hacerme la vida más difícil. Quiero mejorar mi situación pero no hay manera. Aparte que no tengo con qué, porque malamente podemos comer, el gobierno no se ocupa de mejorar nuestra situación. Aquí solo se le resuelven los materiales a los que tengan dinero, a los pobres como nosotros no nos dan nada.”

“Yo vivo de trabajos que hago por fuera con una mano le lavo las ropas a una familia y me pagan algo, no mucho porque es dos veces al mes, son 40 pesos cubanos y mi mamá y mis hermanos en lo poco que consiguen me dan. Estoy gorda y es porque tomo pastillas para los nervios, porque me deprimo mucho al saber que muchas veces no tengo que darle de comer a mis hijos. Yo tengo esperanza que esto cambie pronto, es de la única manera que nuestra situación mejore que con este gobierno v a ser muy difícil.”

“Quisiera que se me ayude en algo pues en realidad vivo muy mal y una ayuda sería lo mejor que me pudiera pasar”.

“Tengo que pagar un refrigerador que me cambiaron obligado porque el mío no estaba muy bueno, pero no tenía que pagar, yo no he pagado ni un peso y ya el Comité de Defensa de la Revolución me citó y me dijo que si no pagaba me meterían presa y me quitaban el refrigerador, yo denuncio esta abuso”.

 
Una colaboración de José Díaz Silva para la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios


Ciudad de La Habana, 20 de noviembre de 2010.




Esto no parece casa

María de Lourdes Palenzuela Roig, de 47 años de edad, con  Carné de  Identidad No. 63101619913, vecina de la calle 291# 9612 e/ 96 y 100 RPTO. América,  Calabazar, Boyeros, Ciudad Habana, madre de tres hijos, me comunica que:

“Vivo en esta casa hace 24 años con mis hijos. La casa es toda de madera, el piso de arena y cemento. Todo desbaratado, el techo es de cartón, cuando llueve todo moja y casi no tiene ni muebles porque los he perdido con las mojazones y que lo poco que me queda lo tengo que estar moviendo de un lado para otro. Las paredes están llenas de santanillas y comején casi no se puede estar aquí adentro y que por las noches no se puede ni dormir, nosotros no vivimos así porque queremos, sino porque no hay otra mejor, pero yo quiero mejorar mi situación, pero no hay otra manera, un saco de cemento vale $ 100 y un rollo de cartón lo mismo y la madera ni hablar ¿de dónde voy a sacar ese dinero, la vida está muy cara para nosotros los pobres, nuestra esperanza la tenemos puesta en nuestro Jesucristo y que pronto cambiará nuestra situación donde todos seremos iguales. Aquí hay un grupo que vive como les da la gana sin preocupación alguna, pero nosotros tenemos que adaptarnos a vivir de esta manera y sólo no vivo yo así otras personas también que en muchas ocasiones tienen que acostarse sin comer y cuando lo comenta en la calle enseguida me llaman al Jefe de Sector, para tratar de callarme la boca  pero a mí no me mete miedo  porque he vivido muchos momentos malos  para coger miedo ahora y de todo esto el culpable es el gobierno y su Presidente, por eso quiero denunciar esa vida que estoy viviendo y gracias a los Derechos Humanos que me publican mi situación para el mundo”. 


Ciudad de La Habana, 20 de noviembre de 2010.

 
Una colaboración de José Díaz Silva para la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios 







martes, 9 de noviembre de 2010

Detención injusta

La ciudadana Mayra Coguán Pérez, residente en Rabí # 308 entre Enamorado y San Leonardo, municipio 10 de Octubre, me comunica lo siguiente:

“El viernes 14 de octubre citan a Lázaro Jesús Leiva Coguán para la Unidad de Acosta en la mañana para un conversatorio y lo que lo detuvieron y lo trajeron a la casa en un Lada particular para hacer un registro sin orden y el del Comité de Defensa de la Revolución (CDR), nombrado René presenció el hecho. No lo dejaron bajar del carro donde él tenía la presión alta, sus primos y su abuela reclamaron al compañero que estaba vestido de civil dentro el Lada que lo llevara al Hospital que se sentía muy mal por su presión alta. Él, es un niño enfermo de retardo mental y epiléptico de 24 años con certificado médico que toma tiroidina y carbamacepina. En el registro encontraron cable viejo amarrado en las tejas, ya que la casa es de madera.

“La instructora en mala forma le contestó a la abuela de 80 años que no siguiera hablando porque iba a ir para Mazorra y su nieto nunca la iba a ver.”

“Hemos ido a Acosta a visitarlo y sus medicamentos no se los dejaron pasar y dijeron que estaba incomunicado y no hemos visto en el estado en que está y tenemos miedo que tenga un ataque de nervios o de epilepsia con agresividad y después quieran achacarle otras cosas, lo acusan que se llevó los cables de arriba de un poste, lo que no es real y es una calumnia injusta contra él”.
 
 
Ciudad de La Habana, 7 de noviembre de 2010.




 

Sucesos narrados por la comunicadora comunitaria Lázara Mitjans Cruz